El miedo me cuestiona en cada decisión si soy fiel o no a mi linaje, me pregunto si sigo condicionada por todas esas historias y heridas originadas en lazos tóxicos de mi madre. Todas esas preguntas que me duelen tanto pasan por ella y siguen más allá y cada vez me siento más atrapada.
Lo único que busco en la vida es la libertad de todo ese linaje materno, desligarme de esas dinámicas tóxicas y dejar la culpa de ser diferente, la culpa de quererme más de lo que ellas me quisieron, la culpa de no sentirme hija o la culpa de no querer ser madre.
Pero entonces algo pasó este verano, descubrí todo eso que permanecía oculto en la sombra, y lo encontré en lo que mi padre me dejó: una Tierra que me hizo llorar y tres hermanos. Aunque lo más importante que mi padre me dejó fue el AMOR, o lo que yo desconocía en mi, mi capacidad de amar más allá de la necesidad, la manipulación y el odio.
Lo único que busco en la vida es la libertad de todo ese linaje materno, desligarme de esas dinámicas tóxicas y dejar la culpa de ser diferente, la culpa de quererme más de lo que ellas me quisieron, la culpa de no sentirme hija o la culpa de no querer ser madre.
Pero entonces algo pasó este verano, descubrí todo eso que permanecía oculto en la sombra, y lo encontré en lo que mi padre me dejó: una Tierra que me hizo llorar y tres hermanos. Aunque lo más importante que mi padre me dejó fue el AMOR, o lo que yo desconocía en mi, mi capacidad de amar más allá de la necesidad, la manipulación y el odio.
He encontrado la libertad en mi padre, en su amor por una Tierra y en su amor en unos hijos, somos cuatro. Volví sin saberlo a casa.